27 ene 2011

Braim Alí

A la hora de darle vida a un personaje, hay veces en las que te apetece hacer algo más que una breve descripción. También puede darse el caso de que inicialmente no piensas que tu personaje lo usaras mucho tiempo, y como el módulo de tu DM se ha extendido o simplemente es largo, decides darle un transfondo más profundo a tu personaje. En otras palabras, creas la historia de tu personaje.

Os dejo la historia que creé para mi actual personaje, Braim Alí.


Prólogo

Día diecinueve del séptimo mes de 2087

La travesía a bordo del buque “el gran marino” no está resultando agradable debido a que el  mar se encuentra muy revuelto y a que los marineros son bastante maleducados, no obstante llevamos ya tres días de travesía y según los datos del capitán pronto llegaremos a tierra.
Esta barcaza no aguanta las arremetidas del mar  y el hedor es insoportable, viajar en este maldito pesquero es detestable pero no nos quedo otra solución.
Fuiste muy amable al acogernos tras la trágica muerte de mi difunto esposo.
Si por algún casual me pasara algo, quiero que destruyas este diario y que eduques a mi hijo como si fuera tuyo Boabdil.
Parece que la barcaza no aguantará mucho mas, hice todo lo que me explicaste respecto a mi hijo y a esa extraña cesta que me enviaste para que pudiera llegar sano y salvo a tus manos.
Sé que cuidaras bien de él, mi marido confiaba plenamente en ti y yo también lo haré. El mar empeora por momentos, gastaré mejor mí tiempo pidiéndole a los dioses que pongan a salvo a mi hijo a seguir escribiendo este diario…

Una última cosa, por favor, no le hables a mi hijo de sus raíces, será más feliz pensando que tiene familia a saber que está muerta.


Día veintidós del séptimo mes de 2087

-¿Cómo se te ocurre traer un niño blanco a mi torre? ¿Estás loco? ¿Quieres que nos maten?
-Escúchame Madah por eso mismo he venido, necesito tu ayuda para ocultarlo.
-Quedamos en que yo iría a tu cabaña cuando el niño fuera mayor, no aguantará el conjuro.
-No te pediría ayuda si no fuese algo importante para mí, este niño es el hijo de…
-Si si, lo sé, pero aun es demasiado pequeño.
-Los vecinos oyen los llantos del niño y se interesan por él, si ven que su color de piel es distinto se armará un gran alboroto y acabaría enterándose ese maldito tirano.
-Está bien, déjamelo a mí, yo me encargare de criarlo, al fin y al cabo te debo algunos favores y mi torre no se rige por ese tirano como tú le llamas, además aquí nadie sabrá de su existencia, invéntate alguna patraña respecto a los llantos en tu choza que yo me encargare del niño.
-Está bien, confío en ti, volveré lo antes posible para no levantar sospechas… suerte.


Historia 

-¡!!Alí baja ya a comer!!!
-¡Voy!
-¿Qué estabas haciendo? Se te va a enfriar la comida.
-¿Cuando vas a contratar a alguien para que haga estos agotadores turnos de mañana padre?
-Cuando te busques un trabajo mejor como el de marinero entonces dejaras de trabajar en la posada.
-Pero eso no es justo, ¡Sabes que no me aceptan!
-Así aprenderás a no meterte en líos con todo el mundo, venga a trabajar, y arréglate esta noche que celebramos  tu 18 cumpleaños, así que cerraremos más temprano.

Ese hombre con el que estaba hablando era mi padre, o al menos eso pensaba yo por aquel entonces. Su nombre es Boabdil y era el dueño de la posada más frecuentada de Khaldin, la ciudad en la que residía por aquel entonces. Era un hombre alto, de facciones marcadas y con el pelo corto, bastante simpático con el público (o desde mi punto de vista bastante pelota) y muy dado al habla y a la botella.

Aquel día de trabajo pasó similar al resto, trabajando desde el amanecer hasta el atardecer, limpiando la posada, fregando platos… era un trabajo detestable, pero mi padre me obligaba a trabajar allí hasta que encontrara algo mejor…

Al anochecer se iba a celebrar mi cumpleaños, y mi padre me dijo que me tenía preparada una sorpresa, pero lo único que sabía es que no era una celebración normal, en lugar de dejarme celebrarlo con mis amigos tenía que asistir a la torre de ese viejo mago.

-------------------------Más tarde ese mismo día------------------------

Era cerca de las 11 de la noche y me encontraba junto a mi padre frente a la morada del mago. Ante nosotros se alzaba una torre  de unos 30 metros de altura aproximadamente según calculé, en buen estado y decorada con adornos pintorescos de, lo que me pareció, oro.
El portón principal estaba decorado de tal forma que parecía la boca de un hombre y sobre lo alto de la puerta estaba el rostro de Madah, el mago de la corte.

Llamé a la puerta varias veces, parecía que hubiera salido de casa, pero la espera no fue larga cuando se abrió la puerta y una voz nos invitó a entrar.

Al  entrar observe que parecía una vivienda normal, decorada con tapices y alfombras pero nada demasiado fuera de lo común.

-Ah ya habéis llegado-dijo una voz desde una pequeña puerta situada a mi izquierda- entrad, estaba preparando la cena.
-Vamos Alí, pasando esa puerta de enfrente entraremos al comedor.
Yo asentí con la cabeza y entre al comedor, la espera no fue muy larga cuando entro el anciano mago, el cual nos sirvió una cena suculenta y abundante.

Tras la cena, Madah nos invitó a subir a lo alto de su torre, al parecer allí se encontraba la sorpresa que me tenían guardada.

-Bien aquí es-dijo Madah- poneros cómodos, nos espera una larga charla…
-¿Y bien?- dije algo nervioso.
-Alí-dijo mi padre- hoy vamos a contarte la verdad de tu pasado.
-¿Qué?
-Veras Alí, en realidad tú no eres mi hijo, yo te adopte cuando eras pequeño, bueno, yo y Madah,  te ayudamos en lo posible.
-¿Pero qué dices?-interrumpí.
-Deja acabar a tu padre Alí.
-Gracias Madah, veras, será mejor que empiece por el principio, Alí, tú y tus padres no vivíais en Khaldin, vivíais al oeste, muy al oeste, más allá del mar, en efecto, Alí, tus raíces no son Khaldinianas. Para que lo entiendas, tú no eres negro, eres blanco, por así decirlo, aunque suene muy tosco.

No podía creer lo que estaban contándome, preferí permanecer callado a  escuchar toda la historia.

-Veras, tu padre y yo Alí éramos muy amigos, pero el país natal de tu padre entró en guerra y el tuvo que ir a servir al ejercito. Aunque era un hombre valiente y fuerte era una batalla que tenía perdida, pues el enemigo los superaba en gran número, pero él fue a luchar con la esperanza de que no pudieran invadir el país…

-Como supondrás- dijo Madah- tu padre murió en esa guerra, es más, el país fue tomado por los asaltantes, así que tu madre en un último intento de salvarte, se puso en contacto con nosotros para que pudiéramos darte un futuro. Le dimos instrucciones de cómo traerte, el plan era sencillo, vendríais por mar, pero hubo problemas en la travesía.

-Debido a que la invasión empobreció y esclavizó al país, tu madre no tenia forma de tomar un barco para venir con nosotros, al menos no un barco lo suficiente resistente para aguantar este tipo de viaje, así que vendió todo lo que tenía en posesión para convencer a un triste barco pesquero de que la llevaran.

-Aunque fuera una muerte segura ese viaje en un pesquero, los marineros son gente codiciosa-continuo Madah- y accedieron a transportarla por una gran suma de dinero que consiguió con la venta de sus bienes.

-Y en efecto el mar fue traicionero y el pesquero no aguantó las arremetidas del mar, todo el mundo murió en aquel bote movido por las aguas del mar, salvo tu, te salvaste por esto (saca un collar del bolsillo).

-Esto es un collar de detección, gracias a él pude traerte a salvo, aunque tenía un alcance limitado, así que no podía usarlo desde tu país.

-¿Si ya, y como queréis que me crea todas esas patrañas?- grité yo enfadado.

-Déjanos acabar la historia-Dijo Boabdil- y lo entenderás todo. Veras, cuando te trajimos había un problema, no podíamos dejarte en tu estado pues por aquel entonces gobernaba un tirano aquí que no permitía a nadie que fuera distinto habitar aquí, así que Madah camufló tu color de piel y te hizo uno de nosotros.
-Ah toma, el diario de tu madre- saca un librillo del bolsillo y se lo entrega a Alí- aquí tendrás mas información acerca de tu pasado y te confirmara la historia.

No podía creer lo que me decían, estaba realmente enfadado, así que salí con el diario en las manos corriendo de la torre. Al salir me fui corriendo a un lugar donde no pudieran encontrarme, necesitaba tiempo para pensar y no podía creer lo que estaba pasándome, así que me adentré en un barrio de gente pobre para esconderme.


Pasé tres días enfrascado en la lectura del diario y vagabundeando por los callejones de ese barrio de pobres, apenas podía mantenerme en pie y no sacaba gran cosa en limpio del diario salvo que la historia que me contaron era verdad.

No podía aguantar más, me rugían las tripas pero no tenía nada que llevarme a la boca.

-Eh tú, ¿qué haces hay tirado?- Me dijo alguien desde lo alto de un tejado.

Estaba demasiado cansado para siquiera responderle así que le ignore.

-Eh chaval, si tienes hambre puedo ofrecerte algo de comer, pero tendrás que hacerme unos favores.

Cuando oí que tenia comida deje de ignorarlo, el hambre me podía y lo mire fijamente.
Me tiro un mendrugo de pan y me lo comí rápidamente.

-Acompáñame, tengo trabajo para ti.

Esta fue una época muy dura para mí, ese hombre que me dio de comer era tan solo un ladrón con una banda organizada, estuve trabajando varios años junto a él y su organización, un trabajo duro y peligroso. Pase muchísimas noches releyendo el diario de mi madre y comprendí una cosa, ese maldito mago tan solo había jugado con mi vida, no era más que un títere en su vida, y quería venganza.
¿Cuándo deje de trabajar en esa organización? Creo que fue cerca de los 22 años...

Me encontraba solo, en un callejón, esperando que pasara alguien para robarle, cuando apareció un hombre vestido con unas ropas muy extrañas…Yo me limité a hacer lo de siempre, saltar a su espalda, matarlo y saquearle.
Fue sencillo a pesar de que llevaba una armadura bastante cuidada, así que empecé a registrarlo cuando una mano se me poso en el hombro y con voz seria dijo…

-¿Se puede saber que acabas de hacer?
Cuando me gire vi que era un hombre vestido similar al que acababa de matar.
-Coge ahora mismo ese cadáver y ven, no rechistes o acabo con tu sucia vida ahora mismo.
El miedo me pudo así que obedecí a ese hombre.
-A… esto… donde va...
-Al zoco, calla ahora y sigue andando.

El zoco era el nombre de las calles principales de la ciudad, en las cuales se concentraban  los comercios, era como un gran mercado.
Al llegar entramos a un pequeño puesto y allí permanecí hasta que el hombre me dijo que moviera unas cajas que había en el suelo. Las moví sin rechistar y ví que debajo había una trampilla.

-Vamos, baja, ahora mismo.

Baje sin rechistar y él me siguió, cuando baje por la trampilla vi un largo pasillo el cual me hizo recorrer.

Al llegar al final del pasillo una gran bóveda se encontraba ante mí, iluminada con antorchas y enfrente de mí un portón.
-Entra ahí, tienes cosas que explicar.
Al entrar el hombre me guió por una serie de puertas y pasillos hasta que llegamos a una sala llena de celdas, en la cual, el hombre se arrodillo.
Miré al frente y vi que había dos hombres encapuchados , vestidos con túnicas largas de color negro, y ambos de pie, al lado de un pedestal. Tras ellos había una puerta de la que salió un hombre vestido igual que al que mate, parecía una especie de uniforme.

-¿Qué pasa aquí?-Dijo el hombre que acababa de entrar.
-Este chaval-dijo el hombre que me acompañaba- ha matado a uno de los nuestros.
-Hum… bueno, pues tendrá que ocupar su plaza.
-¡¿Qué?!- dije yo alarmado.
-¿Cómo te llamas?
-Me… me llamo Braim Alí.
-Bien Alí… ¿no te gustaría pertenecer a nuestra orden? Al acabar con ese hombre has cumplido uno de los prerrequisitos, has demostrado tu fuerza.
-!Solo quiero irme de aquí!
-Vamos, vamos, tranquilízate-continuo el hombre que salió por la puerta acercándose a mi- ¿acaso no te gustaría volverte más poderoso? Si perteneces a nuestra orden así será.
Me quede callado, quería volverme más fuerte para vengarme de ese maldito mago que hizo de mi vida un juego para él.
El hombre me miró inquisitivamente y para mi impresión me respondió a una pregunta que no había formulado.
-Si lo que quieres es que matemos a Madah dalo por hecho, nosotros haremos ese favor por ti si tú accedes a trabajar y a cooperar con nosotros.
No podía creerlo, parecía que supiera lo que estaba pensando, pero no me importo demasiado, dijo exactamente lo que yo quería oír, que mataría a Madah, así que levante la cabeza, lo mire y le dije claramente:

-Quiero verlo muerto ahora mismo…
-JAJAJAJAJA-Rompió a reír el hombre que mantuvo toda la conversación conmigo- claro, está hecho pero primero te explicare un poco tus obligaciones y condiciones respecto a nuestra organización… Negrosuki. Veras, somos una organización que busca potentes objetos mágicos u artefactos mejor dicho, por el mundo, nuestros objetivos son secretos, tan solo hay que cumplir 3 requisitos para pertenecer a nuestra banda.
-¿Cuáles?
-Tienes que matar a alguien de la organización para ocupar su sitio, eso ya lo has hecho.
-Segundo tienes que romper todos tus lazos con el mundo, los que conozcas a partir de ahora no serán más que tus amigos o como quieras llamarlos, pero tu organización está delante, no dudaras en traicionarlos si hace falta, es más, deberás romper con todos los lazos que te unen a la gente actualmente, así que…-me miro y dijo- también tendrás que matar a ese posadero, a Boabdil.
Nuevamente quede boquiabierto cuando me dijo información que yo no había revelado, pero me daba igual, ese hombre también me hizo vivir una mentira, no tenía nada así que decidí unirme a esa secta para así volverme más poderoso.
-Está bien, no será problema-dije-¿ y el tercer objetivo?
-Bien bien, chico decidido, debes viajar por el mundo en busca de algún artefacto u objeto mágico potente como muestra de que quieres unirte a nosotros, cuando lo consigas te instruiremos y serás uno de nosotros, podrás ir por libre cuando pertenezcas a nosotros pero si alguna vez necesitamos de tus servicios tendrás que ser fiel sin rechistar, el llevarnos la contraria supondrá la perseguirte como a las presas de caza, hasta que te matemos.
-No hay problema, empecemos ya.
-Descansa esta noche, mañana te dejaremos algunas cosas para que puedas salir de viaje a buscar algo que traernos, hemos decidido que te dirijas a Villapunta a iniciar tu búsqueda.

Tras esta conversación me guiaron por unos pasillos a un dormitorio en no muy buen estado, descanse allí toda la noche y al alba me despertaron.

-Tú, el nuevo, aquí están tus cosas, cógelas y sígueme.
Vi que me trajo una armadura, algunas armas y provisiones, junto a un pequeño saco con algo de dinero. Rápidamente me puse lo que me trajo y le seguí. Asombrosamente esas piezas de armadura y esas ropas me quedaban bien, ni grandes ni pequeñas.

Me guio por otra serie de pasillos hasta la bóveda principal, en la cual ya había estado, y allí vi a los dos hombres que hicieron de mi vida un juego, el maldito mago y Boabdil.

-Bueno, bueno… mátalos y ya podrás salir.
-¿Alí eres tú?-Dijo Boabdil.
Sin miramientos ni cruzar mas palabra con ellos los maté, no tenía tiempo para tonterías y quería venganza.
-Bien, ahora llévame al puerto, cuanto antes llegue a Villapunta antes entrare en esta organización-Dije.
-Muy bien hecho Alí, sígueme.

Me guio al puerto y allí salí hacia Villapunta, en busca de algo que me permitiera entrar a la organización Negrosuki y así conseguir más poder para mis próximos objetivos…

3 comentarios:

  1. Qué chula es tu historia, está muy bien descrito todo.

    ResponderEliminar
  2. Como LM digo que la historia es muy molona y que encajó perfectamente con el trasfondo de la historia (con lo de La Gran Guerra y eso).
    Como DM digo que espero que mueras :O

    ResponderEliminar
  3. Como Jugador te digo que los verdaderos heroes nunca mueren.

    Como Edu digo que gracias por los comentarios, y que a decir verdad cuando volví a leer la historia me sorprendí a mi mismo en plan: coño, ¿yo escribí eso? xDDDD

    ResponderEliminar

Valoración